Salen los astros, te acarician las pestañas. Escuchas el rugir del agua, las risitas de los niños, los gritos de tu espíritu libre cabalgando en la orilla. El viento te aparta el pelo café mientras relames el sabor de la pinta. ¿A qué saben los besos que anhelas? ¿Serán de melocotón de nieve y cerezos…