me ahogas en tu mente
me estrangulas con tus ansias
desatas la tormenta
y corres delante
de fantasías macabras
te abres el pecho
y desgarras el interior
intentando encontrar
esa chispa anhelada
¿estará allí?
no encuentras nada
y eso te mata
te ahogas en tu reflejo
el espejismo del pez mágico
desecho por las ondas
de tus vacilantes manos
dolor autoinfligido
al que la luna sucumbe
ahogándose atrapada
en la oscuridad
de la encontrada desesperanza
Al otro lado de la cama,
ella no sabe lo que ocurre.
Al otro lado de la cama,
el sol se pregunta,
¿cómo puede ella brillar tanto,
cómo puede existir la oscuridad
en un universo así de iluminado?
¿Cómo sobrevive el dolor
en unos ojos tan llenos de color?