Dime que rompa las normas, pídeme que no siga ninguna.
Acúsame de mentirte.
Traicióname lanzándome al vacío de improvisto.
Presióname hasta que no pueda más y te pida que pares.
Pero no me hagas caso.
Yo no llego tan hondo.
Pero tú sí.
Hazlo.
Rómpeme hasta que no haya forma de volver a ser quién era.
Rómpeme para que pueda ser libre, volver a nacer. Con cicatrices pero sin esas cadenas con las que me adorné.
Y que tanto me pesan.
Y que tanto me irritan.
Y que tanto odio.
Mi alma grita.
Pero la presión es tal que todo es rojo.
Y el dolor y la rabia aumentan.
Y el llanto contenido.
Rómpeme.
Quiero creer en la magia otra vez…